viernes, 19 de mayo de 2017

Pulsa ESC para saltarte la introducción.

Saludos, chavalada.
Me llamo David Romero pero por algunos lugares de este océano virtual llamado Internet me conocen por el nick de Platov.

Soy historiador. Sí, soy una de esas personas que se encargan de mantener vivo el pasado para que la gente del presente pueda saber de dónde viene todo lo que le rodea. Bueno, la gente que se interesa por ello porque es normal que si dices que eres historiador te lanzan un: "¿Y eso para qué sirve?".
Tengo varias aficiones. Leer, escribir, caminar pero hay una de ellas que me lleva de cabeza desde el amanecer de los tiempos (¿Veis? Soy historiador. No puedo evitar expresarme de esa manera): los videojuegos.

He buscado en Google imágenes de historiadores 
para ilustrar esta parte de la entrada y me ha salido esta cosa.


La primera vez que tuve acceso al mundo de los videojuegos fue gracias a las partidas que mi primo Sergio y yo nos echábamos en una vieja Atari propiedad suya, allá cuando tenía unos cinco años. Eso sería en 1990. A partir de ese momento, comencé a sacarle gustillo a eso de divertirse manejando un monigote en una pantalla con unos mandos. Tuve mi primera consola a mediados de aquella década: una preciosa Master System II de Sega, con el juego "Alex Kidd in Miracle World" preinstalado en su memoria. Luego vendrían los salones recreativos, a los que me llevaba mi padre de vez en cuando, donde pude disfrutar de clasicazos como "Cadillacs and Dinosaurs" (que, por cierto, fue su aniversario hace poco) y a la mítica recreativa de Los Simpson de Konami.
Pero sería en 1996 cuando pasaría a formar parte de eso que llaman hoy en día la PC Master Race cuando mis padres me regalaron mi primer ordenador: un 486 a 100 Mhz. A partir de ese momento, me mantuve fiel a esa plataforma pude disfrutar de juegazos como "Theme Hospital", "UFO: Enemy Unknown", "Rise of the Triad", "Jazz Jackrabbit", "Age of Empires" y un largo etcétera.

¡Ah, tecnología punta!

Ahora tengo 31 años y cuando echo la vista atrás digo: "¡Caray!".
He visto como hemos pasado de unos gráficos en 2D con unos píxeles como mis puños de grandes al fotorrealismo, de sonidos crípticos a bandas sonoras dignas de una superproducción de Hollywood y de quedar en casa de unos colegas para ir pasándonos el mando o el teclado a poder jugar con alguien de Corea desde la comodidad de nuestro hogar.


El DOOM original. En 1993, esto nos parecía lo más de lo más en gráficos.

"Vale eso está muy bien pero, ¿de qué puñetas va este blog?", preguntáis con el puño en alto.
Bien, este blog habla sobre juegos antiguos. Os quiero enseñar algunos juegos que marcaron mi vida. Si eres de los míos, bienvenido. Si no tienes ni idea de que antes de tu nacimiento ya existían los videojuegos, sé también bienvenido.
Me centraré en su mayor parte en juegos de PC de los 90 y principios del 2000 pero también tendré hueco para algunos de consola o de recreativas. Escribiré sobre aquellos a los que pude jugar, tanto cuando salieron como al descubrirlos más recientemente por medio de reediciones o emuladores (otra cosa que parece venida del pasado). No me dejaré llevar por la nostalgia, pues si bien son juegos que guardo en el recuerdo con mucho cariño, también les daré algo de caña exponiendo sus posibles errores.

¿Fecha de publicación del blog?
Escribiré una nueva entrada los viernes. Porque los viernes son para disfrutar.

Y hasta aquí me despido.
Espero que os guste la idea. Sé que no es original pero, oye, por lo menos nos lo pasamos bien un rato.

El viernes que viene nos vemos.

¡No dejéis de jugar!

4 comentarios:

  1. Doom me lo pasé poco a poco en los ratos en que no me mareaba :)

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    1. A mi pasaba lo mismo pero con Wolfenstein 3D.
      Junto con los discos y el manual tendría que venir una caja de biodramina.

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  2. Sr Romero, Historiador...me quito el sombrero...no me defraude que tengo ganas de seguir leyendo mas entradas y revivir la epoca dorada de los juegos.
    Un saludo.

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    1. Intentaré intentar no defraudarte pero que conste que lo intentaré.

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