Deja que te cuente una historia.
No es muy larga. O sí. Bueno, es una
buena historia en mi opinión, así que abre bien los ojos (No, no
me he equivocado. Si estás leyendo sería estúpido decir que
abrieras las orejas).
Era mitad de la década de los 90.
Creo que era 1994, no sé, la memoria
empieza a fallarme (Y solo tengo 31 años. ¡Wiiiiii!).
Era el cumpleaños de mi primo Sergio y
toda la familia estábamos reunida en casa de mis tíos para
celebrarlo. Por aquel entonces, Sergio era el primero de los primos
en tener un ordenador: un flamante 486 a 100 Mhz. ¿Qué? No me
mires así. Yo alucinaba en aquella época con ese cacharro.
Mi padre quiso hacerle un regalo muy
especial comprándole un videojuego ya que no tenía muchos, si no
contamos los juegos que venían con Windows. Mi primo retiró el
papel de regalo ilusionado y, tanto para sorpresa suya como mía, no
encontramos con un juego harto curioso. Era una reedición publicada
por Proein, aquellas de la caja blanca grisácea. En la portada, en
letras grandes, estaba escrito: UFO Enemy Unknown. Las letras
de la palabra UFO mostraban una ilustración en la que una criatura
de aspecto horriblemente insectoide salía de una nave espacial
estampada en mitad de un bosque para atacar a un soldado armado con
un rifle. Aquella imagen nos resultó enigmática, así que, ni
cortos ni perezosos, instalamos el juego en el ordenador como pudimos
(éramos unos críos) y lo ejecutamos.
Pantalla en negro.
Aparece el logo de la mítica
Microprose. Comienza a sonar una escalofriante música en formato
MIDI (lo que teníamos por aquella época).
El logo desaparece poco a poco. Con la
misma transición, aparece la avenida principal de una gran ciudad.
El cielo está nublado. ¿Nublado? ¡No! Lo que tapa el sol es una
gigantesca nave extraterrestre. Unos focos salidos de tan siniestro
aparato volador escrutan los edificios que hay a ambos lados de la
calle. Uno de ellos nos ciega para dar paso al comandante alienígena,
un ser de piel roja y rostro morado con cara de muy pocos amigos.
Sentado en el interior de la nave, golpea el reposabrazos de su
asiento con su puño mientras lanza un horrible grito.
Entonces, ¡se desata el caos! Una
jauría de criaturas iguales que el comandante pero con la piel verde
cae del OVNI. A su paso, masacran sin piedad a los habitantes de la
ciudad. Los gritos de dolor de los inocentes se confunden con el
alegre alarido lanzado por los atacantes, dando a entender que
disfrutan con la aniquilación de aquellas pobres gentes. La música
termina al mostrarnos el rostro sangrante de una de las víctimas,
tirada en el suelo sin vida.
Fundido en negro.
De repente, suena una alarma al mismo
tiempo que comienzan a sonar los acordes de un tema con un aire
bastante rockero. Se nos muestra la pantalla de un ordenador donde
aparece un cianotipo de la ciudad en 3D con las palabras WARNING!
UFO LOCATED!. El operario de dicho aparato electrónico lanza un
grito (aquí parece que todo el mundo grita) de llamada a las armas.
Al ritmo de una guitarra eléctrica (o lo que parece una guitarra eléctrica), vemos como unas manos recogen
unos rifles de ciencia ficción de un armero y una nave con forma de
jet despega de una base militar rumbo a la ciudad asediada. Aterriza
y de su interior aparecen tres soldados (uno de ellos con un
sospechoso parecido a Guile de la saga Street Fighter). Como una
mortal tormenta, dejan caer la munición de sus armas sobre las
terribles criaturas venidas del espacio. Son agujereadas, atravesadas
y mutiladas sin oponer ningún tipo de resistencia. El comandante
alienígena, furioso (¡otra vez gritando!), ordena la retirada y el
OVNI abandona el espacio aéreo de la ciudad.
Tras la huída de tan terrorífico
enemigo, aparece el logo del juego, UFO Enemy Unknown, mientras la
música vuelve a adoptar ese siniestro toque de piano del principio
para recordarnos que la humanidad ha ganado esta batalla pero que la
amenaza alienígena sigue ahí fuera.
Así fue como mi pasión por los juegos
de estrategia surgió y caí prendido ante el perfume de una saga que
me acompañaría a lo largo de mi vida como jugador.
Y es que le tengo un cariño especial a
la saga X-COM.
Creado en 1993, UFO Enemy Unknown
(X-COM Ufo Defense en América) supuso un bombazo por parte de sus
creadores, Mythos Games y su editora, Microprose.
Detrás de todo esto se encontraban los
hermanos Gollop, Julian y Nick. En un principio, UFO sería la
secuela del juego táctico de escuadrones por turnos que Julian
publicó a finales de los 80, Laser Squad, otra joya de antaño pero
que, a diferencia del juego que os describo, jamás he podido jugar a ella.
Deseosos de que su retoño viera la luz, fueron buscando entre las
principales editoras de la época, eligiendo al final a Microprose
como la encargada de llevar el juego a las manos de los jugadores.
Sin embargo, Microprose tenía miedo de
que un juego que solo contemplaba el combate como su única seña de
identidad pudiera echar atrás a aquellos jugadores que habían
disfrutado de su anterior éxito: Sid Meier's Civilization. Más que
nada, lo que Microprose buscaba es que el juego de los Gollop tuviera
el mismo nivel de gestión y epicidad que el juego del tío Sid.
Julian y Nick vieron esta sugerencia como una buena oportunidad para
meterle más chicha a su criatura, añadiendo un apartado de gestión
de recursos englobado en el Geoscape (ya te contaré más adelante
qué puñetas es eso), un árbol tecnológico parecido al de la saga
civilizadora e, incluso, una enciclopedia dentro del juego para
reunir todos los elementos que conformaban el mundo donde se
desarrollaba. Julian se inspiró en una serie británica de ciencia
ficción llamada UFO (tal cual) en la que una organización militar
hacía exactamente lo mismo que haría X-COM: patear culos de aliens.
Aunque, en opinión del propio Gollop, el concepto de la serie le
parecía genial, su ejecución la convertía en un auténtico tostón.
Cuando el juego salió en 1993, tanto
los hermanos Gollop como Microprose no se podían creer que habían
creado un clásico. El juego fue todo un éxito. Tanto que tuvo dos
secuelas (X-COM Terror from the Deep y X-COM Apocalypse, que
analizaré en otras entradas del blog. Palabrita del Emperador), dos
spinoffs (Interceptor y Enforcer. Haz como que este último jamás
existió. En serio, hazlo), un remake en 3D que jamás salió a la
luz (X-COM Genesis), un FPS que también fue cancelado (X-COM
Alliances), el remake llevado a cabo por Firaxis en 2012 (XCOM: Enemy
Unknown) y su expansión (XCOM: Enemy Within); su secuela (XCOM 2) y
una serie de juegos que intentaron copiar lo que hizo única a la
saga (me refiero a los juegos de la saga UFO: Aftermath, Aftershock,
etc). No solo eso. En 2014, Goldhawk Interactive sacó a la venta el
que para muchos es el auténtico sucesor espiritual de la saga:
Xenonauts. UFO también recibió versiones para Amiga, Windows y Playstation.
¿Y de qué va el juego?
En 1998 se da un aumento del número de
avistamientos de OVNIS en la Tierra. La cosa va a peor, pues algunas
de las naves son detectadas realizando aterrizajes en la superficie
terrestre. El número de personas desaparecidas, ganado mutilado y
demás cosas sacadas de Expediente X aumenta a medida que la
presencia alienígena en nuestro planeta se hace cada vez más
patente. La gota que colma el vaso llega cuando esta fuerza
desconocida comienza a atacar núcleos urbanos densamente poblados.
Los japoneses son los primeros en hacer frente a esta siniestra
amenaza (ya lo dijo Homer Simpson: “Nos llevan años de ventaja”)
y crean una fuerza de asalto dedicada a defender las principales
ciudades del imperio y a derribar las naves antes de que lleguen a su
objetivo. Inspirados por el saber hacer de los nipones, los países
miembros de las Naciones Unidas deciden ponerse de acuerdo por una
vez y exportar la idea a nivel global. Juntos crean la
Extraterrestrial Combat Unit. X-COM, para abreviar.
Y ahí es donde entra a formar parte de
esta historia el jugador.
Eres el comandante en jefe de esta
fuerza de élite. Tu misión es proteger la Tierra de la amenaza
venida del espacio exterior. A largo plazo, deberás encontrar el
origen de dicha fuerza de incursión y, en una batalla que
determinará el destino de la humanidad, deberás acabar con los
misteriosos seres que la comandan. Fallar en esta responsabilidad
significará el final de la humanidad.
Nada del otro mundo, vamos (¿Lo
coges? Otro mundo. Como luchas contra alienígenas... Je... Je..
Je... Ejem...).
El juego se divide en dos partes.
La primera de ellas es la Geoscape.
Delante tuya tienes una representación
en 3D del globo terráqueo que, además, posee ciclos de día y
noche. Desde aquí, podrás llevar a cabo todo lo relacionado con la
gestión de X-COM.
Una de las tareas más importantes es
la construcción de bases, pues de ello depende el éxito o el
fracaso de tu misión. La bases se construyen emplazándolas primero
en el mapa y, después, colocando las diferentes instalaciones que la
conforman en una cuadrícula. Al principio comienzas con lo básico:
rádares, sistemas de defensa, laboratorios, etc. Más tarde, cuando
investigues más tecnologías, podrás colocar defensas láser y,
¡pásmate!, un gimnasio para que tus agentes entrenen su capacidad
para usar poderes psíquicos. Una de las cosas sorprendentes del
juego es que puedes configurar las bases a tu gusto, creando
instalaciones únicas. Puedes construir un superlaboratorio, centros
de escucha, puestos avanzados con hangares para repostaje, etc.
Geoscape. Tan bella, tan frágil. Fuente
Dentro de las bases puedes realizar las
tareas normales de un comandante de X-COM.
Equipar tus aviones y a tu personal con
armas es una de ellas, pues de ello depende el devenir de la guerra.
Una de las cosas que hacían grande a este juego es el nivel de
implicación con tus soldados. Cada uno de ellos tiene un nombre y un
rango. Pueden ir subiendo puestos en la escala militar de X-COM, con
lo que van ganando más experiencia y mejorando sus atributos. Ver
convertirse a un joven agente que se cagaba en los pantalones cuando
se abrían las puertas del transporte en una máquina de matar capaz
de arrancarle un brazo a un alien de un mordisco no tiene precio.
Esta implicación es tal que perder a uno de ellos es como perder a
uno de tus familiares (si te llevas bien con tu familia, claro.
Espero no haber reabierto alguna herida emocional con este
comentario). Creeme si te digo que he vuelto a cargar una partida
porque perdí a uno de mis mejores soldados.
La investigación de nuevas tecnologías
y su fabricación en tus instalaciones de ingeniería es crucial.
Debes coger la tecnología alienígena y adaptarla a tus necesidades
para poder hacer frente a la invasión.
Además, puedes comprar y vender nuevos
artículos y contratar y despedir al personal de la base. Existen
tres clases de personal: soldados, científicos e ingenieros. Aunque
los científicos e ingenieros no tienen tanta personalidad como los
soldados (de hecho son representados por números que indican la
cantidad que tienes en cada base) son tan importantes como tus
agentes. Intenta construir un tanque (sí, también hay vehículos
blindados en el juego aunque son más parecidos a drones que a un
auténtico acorazado) o hacerle una autopsia a un alien sin el
personal indicado para ello. Ya verás que risa.
Cuando vuelves al Geoscape, un panel de
control te permite acelerar o decelerar el tiempo en diferentes
intervalos (5 minutos, 1 hora, 1 día, etc) para que no te
aburras delante de la pantalla.
Dale a que pase un día. Y, de repente,
tu primera alerta.
Es en ese momento cuando se te erizan
los pelos de la nuca. Existen tres alertas diferentes en el juego:
OVNI (una nave en pleno vuelo o que ha aterrizado), Sitio de Terror
(los aliens están atacando un núcleo urbano donde debes salvar a
los civiles a toda costa) y Base Alienígena (esos bastardos están
comenzando a construir cabezas de playa para un aumento de efectivos
en sus planes de dominación planetaria).
Si es un OVNI en pleno vuelo, puedes
lanzar un interceptor: un caza que dará cuenta de él (o no) en un
minijuego donde puedes darle órdenes de seguimiento y combate.
Algunas veces verás que es más práctico seguir a un OVNI que
derribarlo.
Hora de derribar a ese bastardo. Fuente
Cuando derribas un OVNI o surge una
base o sitio de terror, debes enviar un transporte de tropas al lugar
del incidente. Es aquí donde se despliega el Battlescape.
El Battlescape es la segunda instancia
del juego. En él, despliegas a tus soldados en un campo de batalla
isométrico, representando el lugar donde acontece la acción
(bosque, granja, ciudad, desierto, ártico, etc). Tus soldados (y los
aliens) funcionan con Unidades de Tiempo. Cada unidad posee un número
de UT dependiendo de su aguante. Todas las acciones que realice
gastan UT: andar, recoger objetos, disparar, etc. Cuando tus soldados
se queden sin UT, debes pasar el turno en lo que se conoce en el
juego como Movimiento Oculto. Esta forma de plantear los combates
genera bastante tensión y hace que estés sentado en el borde de la
silla, mordiéndote las uñas mientras rezas para que los aliens no
vaporicen tu escuadrón. Tus unidades (y esos bastardos
extraterrestres) pueden reservar UT para realizar disparos de
oportunidad, que son ataques realizados en el turno del enemigo y que
dependen de la percepción de la unidad que lo lleva a cabo.
Tu misión en el Battlescape es matar o
aturdir a todas las fuerzas hostiles presentes. En los sitios de
terror va más allá, pues además tienes que proteger a los civiles.
Puedes usar diferentes partes del escenario como cobertura y, lo
mejor de todo, dependiendo de la franja horaria realizarás la misión
de día o de noche. La misiones nocturnas son más difíciles puesto
que hay menos campo de visión, por lo que tienes que usar bengalas.
Un dato curioso es que para lograr los efectos de luz, lo que
hicieron los chicos de Mythos Games fue jugar con los parámetros de
luminosidad de los píxeles en pantalla. Así, los píxeles que
“iluminan” el haz de luz de una farola serán más claros que los
que están fuera de su alcance.
Además, el juego contaba con un
sistema que simulaba el estado mental de las unidades en combate.
Seamos sinceros, tener que enfrentarte a un engendro salido de nadie
sabe dónde afecta al más pintado. Tus soldados (y los aliens) podían
entrar en pánico, ponerse en modo berserker (siendo más peligrosos
para tus propias tropas que para el enemigo) o volverse completamente
locos. Recuerdo que en una de mis partidas, a un soldado a bordo del
transporte se le fue tanto la olla que hizo explosionar la granada de
mano que llevaba atada a su cinturón. Imagina el estropicio que
formó.
Tus agentes listos para repartir estopa. La mitad de ellos no volverá a casa. Fuente
Y es en el Battlescape donde descubres
el auténtico horror de UFO: los aliens.
La fuerza de invasión está formada
por diferentes razas alienígenas, cada una de ellas con un rol
específico y unidas para hacerle la vida imposible a la humanidad.
Los sectoides, que es como llaman en el juego a los clásicos
“grises” (ya sabes: bajitos, cabezones y con grandes ojos
negros rasgados), son más que nada la carne de cañón. Los mutones,
unos gigantescos seres equipados con una armadura de color verde que
solo deja salir a la luz su morado rostro debido a que se les une a
la piel por medio de un proceso quirúrgico (¡Ay!), son la fuerza de
élite. Los ciberdiscos son la versión alien de tus tanques y tienen
la mala costumbre de volatilizar todo un parque cuando se les
destruye. Los etéreos son la raza más misteriosa de todas. Son
bastante penosos en combate. Al menos que usen sus poderes psíquicos.
En ese caso, date por muerto. Así hasta un total de doce especies
diferentes con las que sudarás la gota gorda para verlas mordiendo
el polvo.
En mi experiencia personal, y seguro
que en la de muchos que han jugado al juego, la raza que más miedo
me daba eran las crisálidas. Un homenaje a los xenomorfos de la saga
Alien que tenían la mala costumbre de inocular a sus víctimas con
un huevo que hacía eclosión cuando matabas al anfitrión, en forma
de zombi, que lo portaba, surgiendo una nueva crisálida lista para
la acción. La de veces que he abortado misiones por culpa de estos
engendros...
Crisálida. Si ves una de estas cosas en el campo de batalla, corre. En serio, corre. Fuente
Al terminar la misión, se te da un
informe detallado de como lo has hecho.
Estos informes van a parar a las
Naciones Unidas, que te hacen un seguimiento mensual de tus acciones.
Dependiendo de cómo lo hagas, éstas pueden estar contentas o
furiosas contigo, llegando a aumentar la financiación del proyecto o
recortándola. Puede llegar a un punto de que si una nación ve que
el proyecto no va por buen camino, te traicione como la cobarde que
es y se pase al bando de los alienígenas. Si esto ocurre con la
mayoría de miembros del consejo, el proyecto X-COM cerrará y habrás
perdido. Lo mismo ocurre si los aliens consiguen asaltar todas tus
bases con éxito. Porque los aliens también saben que acabar con tus
bases supondrá un duro golpe para el programa. Así de malandrines
son.
Haz las cosas bien y nadie saldrá herido. Fuente
Después de contarte por encima de qué
iba el juego, ahora llegan las impresiones.
Sin duda, una de las cosas que más me
gusta de UFO es que sacó a la luz un concepto que pocos juegos de
estrategia de aquella época explotaban: la asimetría. Normalmente,
en tu clásico juego de estrategia, todas las facciones comenzaban
con los mismos recursos y unidades, a no ser que te dejasen trastear
cuando configurabas una partida o por algunas habilidades especiales
(maldigo mil veces a los Harkonnen por comenzar con infantería
pesada).
Sin embargo, en UFO es diferente.
Veamos, tal y como el título indica, te enfrentas a un enemigo
desconocido. Es superior a ti en número, en tecnología y en
armamento. Comienzas arrinconado en una esquina del ring, esperando a
que te machaquen. Pero como buen púgil, te levantas y decides usar
toda su mala baba contra tu contrincante. Tienes que adaptarte. De
ahí la importancia de la investigación en el juego. Comienzas con
armas balísticas que, sí, pueden reventarle la cabeza a un sectoide
pero que solo producen cosquillas a un mutón. Con el paso del
tiempo, podrás crear armas que consigan poner a los alienígenas de
rodillas (existen tres tipos: balísticas, láser y plasma) y,
finalmente, vencerles. La sensación que tienes al ver que comienzas
a ganarle terreno a tu mortal enemigo es gloriosa y eso es uno de los
puntos positivos más fuertes del juego, a parte de su endiablada
jugabilidad.
Otro característica es su dificultad.
Su retorcida dificultad.
Incluso en modo Principiante, UFO es
difícil debido a lo que os he comentado de la asimetría. La
cantidad de bajas entre tus tropas, sobre todo al principio, es
brutal, dejándote claro que te enfrentas a algo superior a tus
fuerzas. Esto también hace que avances en buscar una solución para
sobrevivir a la invasión. O te pones las pilas o estás acabado.
El lore del juego es cañerísimo hasta
decir basta.
No quiero destripároslo, así que
punto en boca. Jugad para descubrirlo. Solo os diré que la UFOpedia
(el nombre de la enciclopedia del juego) no solo se centra en
mostraros las estadísticas de los vehículos o las armas. También
se centra en la psicología del enemigo, qué es lo que le lleva a
atacar la Tierra y cómo actúa a la hora de hacerlo. Leer toda esa
información es una gozada y te permite meterte de lleno en el
universo de X-COM. Eso sí, para descubrir todos estos secretos
primero tienes que investigar a fondo.
UFOpedia: amiga, compañera, amante. Fuente
Sobre el sonido, correcto. Los típicos
gritos, las armas siendo disparadas, explosiones... Nada del otro
mundo. Como dato curioso, uno de los parches cambió los gritos que
emitían los aliens al morir, dándole a cada raza el suyo propio,
permitiendo al jugador distinguirlas cuando estaban dentro de la
niebla de guerra. El gruñido que pegan las crisálidas cuando
inoculan un huevo hace que se te pongan los pelos de punta.
Mención especial merece la banda
sonora compuesta por John Broomhall. Cada tema casa a la perfección
con la acción en curso. Mi favorito siempre ha sido el que suena
durante la intercepción de un OVNI. Puro rock. También hay temas
más relajados, como los que suenan en el modo Geoscape. Como no
podía ser de otra manera en un juego donde te enfrentas a una
terrorífica amenaza, también hay temas con un toque más siniestro.
Si no lo crees, echa una oreja al del menú principal. Si esos
lentos toques de piano (dependiendo de la tarjeta de sonido que
usases parecía un piano o no) no te producen pesadillas, no sé de
qué estás hecho (tal vez seas Chuck Norris, en cuyo caso, alabado
seas). El único problema con la BSO es que si al configurar el
sonido usabas la opción de General Midi, la música sonaba tenue.
Así da gusto derribar cosas del cielo. Fuente
Por supuesto, el juego también tenía
sus puntos flacos.
Uno de ellos era un bug que reseteaba
el nivel de dificultad a Principiante cuando comenzabas una nueva
partida, eligieras el que eligieras en el menú de selección. Esto
suscitó algunas quejas entre los jugadores, que no podían
comprender cómo el juego no suponía ninguna amenaza palpable más
allá de la primera opción de dificultad. Microprose no tuvo en
cuenta que podía estar producido por una línea de código mal
escrita. Esto llevó a que la segunda entrega de la saga, Terror from
the Deep, sea uno de los juegos más difíciles de la historia. Ya te
contaré.
Otra cosa era que el motor de combate
carecía de algunos elementos que hicieran la vida más fácil como
que tus soldados pudieran saltar obstáculos de baja altura. Tenías
que rodearlos o malgastar munición para volatilizarlos, con todo el
peligro que eso podía conllevar.
El terreno era completamente
destructible pero había fallos debido a que, como es normal, un
juego de 1993 no podía dar más de sí, como que elementos del
escenario con varios pisos de altura, ya fueran farolas o edificios
enteros, se quedaran flotando en el aire al destruir sus bases. Era
delirante ver la primera planta de un dúplex quedarse en el aire
tras destruir sus cimientos.
Además, no existían tooltips para los
diferentes botones de la interfaz del Battlescape. Tenías que jugar
con el manual en una mano si querías enterarte de qué iba cada
opción en pantalla, algo por lo demás común en otros juegos de la
época.
Luego también estaba que si quedaba un
solo alien vivo en el escenario, tenías que estar buscándolo en un
tedioso pulsar una y otra vez el botón de finalizar turno hasta
llegar a encontrarlo.
Pese a estas faltas, UFO Enemy Unknown
supuso un soplo de aire fresco para el género de la estrategia por
turnos y un pionero en lo que se refiere a los juegos tácticos de
escuadrones con elementos de gestión.
Un juego que siempre permanecerá en mi
memoria y que recomiendo jugar a todo el mundo, te criaras en los 90
o no. Si consigues pasar por alto los gráficos desfasados, te
encontrarás con una adictiva e inolvidable experiencia.
Podéis adquirirlo a precio de risa
tanto en Steam como en GOG.
Y si te tira para atrás algunos de los
contras, te aconsejo que instales OpenXcom, una aplicación
que hace compatible el juego con los nuevos sistemas operativos,
además de eliminar bugs y meter nuevas características como poder
jugar en pantallas de alta resolución, incluir mods con solo pulsar
un botón y tooltips en Battlescape. ¡Tooltips en Battlescape!
Espero que te haya gustado la entrada y
que me dejes testimonio de tu presencia en los comentarios.
¡No dejes de jugar!